Por Álvaro Delgado, José Gil Olmos, Arturo Rodríguez y Neldy San Martín
CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- En Andrés Manuel López Obrador “veo mucho presidente”, pero su gabinete “no está a la altura de él”, dice el senador Ricardo Monreal en referencia a los principales funcionarios del gobierno federal que acompañan al primer mandatario surgido de la izquierda que hace un año ganó las elecciones.
“Lo digo con toda responsabilidad: el gabinete no ha acompañado al presidente como debiera ser. Percibo que la curva del aprendizaje ha sido más lenta de lo debido”, sostiene.
Sus palabras tienen peso: Monreal no sólo encabeza la bancada de Morena en el Senado y preside la Junta de Coordinación Política, sino que en los hechos se ha convertido en uno de los principales operadores políticos de López Obrador, a quien conoce desde hace 22 años.
“Conociendo al presidente de la República, no les va a dar mucho tiempo (a esos funcionarios); no les va a dar más tiempo para su aprendizaje. El que ya no aprendió, el presidente lo va a sustituir; al que cometa un acto de corrupción, téngalo por seguro, lo va a destituir”, sentencia.
Al cumplirse un año del triunfo de López Obrador, Monreal hace un “análisis crítico” de su gobierno y señala varios “déficits” que arrastra en los primeros siete meses de ejercicio del poder público: un gabinete que no va al ritmo de “un presidente que lleva prisa” y que, por el contrario, provoca cierta parálisis gubernamental y subejercicio en el gasto público; y una relación complicada con medios, empresarios y organizaciones de la sociedad civil.
El exgobernador de Zacatecas hizo tales señalamientos en una entrevista realizada el martes 25 en la redacción de Proceso y los reiteró en una conferencia de prensa unas horas después en el Senado. Sus palabras resultaron polémicas en la antesala de la celebración del triunfo del 1 de julio de 2018. Al día siguiente, en la conferencia mañanera, López Obrador refutó a Monreal y calificó a su gabinete con un “MB”. “Es muy buen equipo. Respeto la opinión de Monreal, pero no la comparto”, dijo el tabasqueño en Palacio Nacional.
Monreal reiteró su percepción a Proceso el miércoles 26, después de las declaraciones del presidente, aunque hizo excepciones con los secretarios de Relaciones Exteriores, Marcelo Ebrard; Seguridad y Protección Ciudadana, Alfonso Durazo; Gobernación, Olga Sánchez Cordero; Defensa, Luis Crescencio Sandoval; y Marina, Rafael Ojeda Durán.
“Siento que los funcionarios le temen o son demasiado cuidadosos para no incurrir en una desviación de recursos: no firman nada, no licitan nada para no meterse en ningún problema, pero finalmente eso se va al subejercicio y afecta la economía en el gasto. Es un círculo que hay que romper para entregarles a los funcionarios confianza, porque el presidente solo no podrá”, dice el exgobernador de Zacatecas.
Monreal ha acompañado a López Obrador desde 1997. Fue su coordinador de campaña en 2006 y 2012, y operador político en las elecciones de 2018 en Nuevo León, Tamaulipas, Aguascalientes, Coahuila, Guanajuato, Querétaro, San Luis Potosí y Zacatecas.
Leal a la figura de López Obrador, no titubea en afirmar, una y otra vez, que va a ser “el mejor presidente de los últimos tiempos”.
“Una de las características que lo van a situar en la historia permanentemente es, y eso nadie se lo puede regatear, su honestidad, su austeridad y haber sacudido toda la parafernalia del poder”, dice.
Sin embargo considera necesario que el presidente reconsidere la relación con algunos sectores sociales con los que ha mantenido una feroz confrontación desde Palacio Nacional: medios, empresarios y organizaciones de la sociedad civil, a la que ha tachado de “fifí” y “conservadora”.
Advierte que eliminar subsidios en la agricultura es “castigar hacia abajo” a organizaciones campesinas y ello puede resultar contraproducente: crea “células de inconformidad permanente que afectan la gobernabilidad”.
Revocación de mandato
El triunfo de López Obrador el 1 de julio de 2018 fue una marea de 30 millones de votos que le dio la mayoría en el Congreso (258 diputaciones, y 59 senadurías) además de cinco de nueve gubernaturas: Ciudad de México, Chiapas, Tabasco, Veracruz y Morelos, con el hoy extinto Partido Encuentro Social. Además, la fuerza política del tabasqueño le arrebató al PAN los estados de Baja California y Puebla en los comicios del pasado domingo 2.
Monreal considera que el impulso de López Obrador sigue siendo fuerte y por ello los partidos de oposición en el Senado se oponen a la reforma constitucional para la consulta de revocación de mandato que, según la propuesta original, se llevaría a cabo en 2021 y se empalmaría con las elecciones de junio en 13 estados, lo que le permitiría al presidente aparecer en la boleta electoral.
“A un año de distancia, creo que aunque siguen altas las expectativas, el ejercicio de gobierno te desgasta; pero sigue teniendo un alto nivel de aceptación el presidente y creo que la va a mantener”, opina Monreal.
“Por eso no aceptan la revocación de mandato. Ningún partido de oposición la acepta; porque si le apostaran al fracaso, la aceptarían. Dirían en dos años: ‘Estará acabado el presidente y entonces es en beneficio (suyo) el que aparezca en las boletas el 1 de julio de 2021’. Los entiendo, porque los puede triturar. Una fuerza política como la que él encabeza puede avasallarlos y pueden perder los 13 estados”, considera.
30
millones
de votos son con los que ganó AMLO en julio.