CIUDAD DE MÉXICO (El Universal).- Sin una Subsecretaría de Ingresos dentro de la estructura burocrática, la política fiscal que emprenderá el nuevo gobierno, a través de la Secretaría de Hacienda y Crédito Público se seguirá guiando con base en el viejo esquema recaudatorio de impuestos.
Si bien con la aprobación del Paquete Económico 2019 se refrendó la promesa de no aumentar ni crear nuevos gravámenes, el ofrecimiento de aspirar a un sistema tributario más justo y equitativo se hará dando incentivos a los contribuyentes cumplidos y castigando a los evasores.
Sin avance
Se seguirá recurriendo a la vieja política de la zanahoria y el garrote que se ha aplicado en todos los sexenios para la obtención de ingresos tributarios o bien encontrarse con Lolita o Dolores, como rezaba el eslogan de la famosa campaña publicitaria de los años 70, creada por Tere Struck.
De acuerdo con la exposición de motivos que el Ejecutivo planteó para ejercer el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) en 2019, que fue aprobado por mayoría por la Cámara de Diputados el 23 de diciembre de 2018, en la primera parte del sexenio de Andrés Manuel López Obrador la política fiscal será continuar con el objetivo de fortalecer la captación de recursos para el erario público.
Para ello, en tanto se hacen modificaciones de fondo por medio de una reforma fiscal, se buscará fortalecer la recaudación mejorando el esquema de incentivos para la declaración de impuestos y reducirá los huecos regulatorios que pudieran permitir esquemas de elusión y evasión de impuestos.
Se contará con el programa Diseño de la Política de Ingresos, para el cual se destinarán recursos por 540.8 millones de pesos.
Con ello se pretende que México alcance una recaudación tributaria, relativa al tamaño de su economía, similar a la de otros países con un nivel de desarrollo comparable, y cuyo esquema tributario siga ejes rectores, como aumentar la progresividad, la simplicidad, mantener la neutralidad y la disminución de las distorsiones, lo cual permitirá mejorar el impulso para el desarrollo por parte del sector público.
El eje central es ejercer una política fiscal responsable, la cual fomente el desarrollo económico y con la garantía de que los recursos existentes se destinen con el mayor grado de transparencia y eficiencia posibles.
En la parte de los incentivos, éstos se enfocarán a la zona de la frontera norte del país.
Diputados y senadores autorizaron al Ejecutivo reducir el IVA de 16 a 8% y bajar el impuesto sobre la renta (ISR) de 30 a 20% para enfrentar el fenómeno migratorio, los altos índices de inseguridad pública y la reforma fiscal de Estados Unidos.