CIUDAD DE MÉXICO (Apro).- El nombramiento de Raúl Cervantes Andrade al frente de la Procuraduría General de la República (PGR) no garantiza la independencia de una institución que tendría que proteger a todos los ciudadanos y no sólo a una parte de ellos.

Así lo aseguró la organización México Unido contra la Delincuencia, y subrayó que aunque el presidente Enrique Peña Nieto diga que no lo hace a propósito, “hay días que realmente parece que se levanta con muchas ganas de joder al país”.

“Joder al país”, precisó, es nombrar a un fiscal general de la República que sea militante de un partido político, primo del consejero jurídico de la presidencia y, además, abogado en ejercicio.

“En casi todo el mundo civilizado (y como mexicanos nos consideramos como tal), el fiscal general suele ser una persona de larga y exitosa carrera en la función judicial. De la forma en que se ha propuesto, no garantizamos la independencia de una institución que tendría que proteger a todos los ciudadanos, no sólo a una parte de ellos”.

El nacimiento de esta importantísima posición, sostuvo, debe ser claro y transparente, no como se pretende.

“Joder al país” es permitir que el presidente de la República nombre a un fiscal general sin el consenso del resto de los partidos y representantes de la Judicatura, “no sólo con sus amigos, sin discusión pública y sin consensuar su refrendo en las Cámaras”, destacó la organización.