Tener ‘empleados gorditos’, se refleja en baja productividad porque la ingesta inadecuada de calorías y la deficiencia de hierro, genera fatiga y falta de destreza
Tener ‘empleados gorditos’, se refleja en baja productividad porque la ingesta inadecuada de calorías y la deficiencia de hierro, genera fatiga y falta de destreza. Foto: Pixabay
Entramos a febrero, el segundo mes de 2020 y es un buen momento para hacer un alto en el camino y retomar los propósitos de año nuevo, que seguramente fueron hacer ejercicio y comer sano.
La nutrióloga Yolanda Ocotitla Suárez pidió no perder de vista que en México ocupamos el deshonroso primer lugar en obesidad infantil y el segundo lugar en obesidad adulta.
Además de que el sobrepeso ocasiona diabetes, problemas cardíacos por colesterol o triglicéridos altos, que a su vez pueden provocar un infarto cerebral o cáncer de mama u ovario, por altos índices de grasa corporal, entre otros padecimientos.
“Lo ha establecido la Organización Mundial de la Salud (OMS), que hoy se considera que es la epidemia del Siglo XXI, lo que es sobrepeso y obesidad, esto realmente se ha visto con cifras muy alarmantes, vemos que algunas entidades son las más afectadas, entre ellas tenemos Quintana Roo, Sonora, Veracruz y la Ciudad de México”, indicó.
La especialista destacó que de acuerdo con la Organización Internacional del Trabajo (OIT), tener “empleados gorditos”, se refleja en pérdidas de 20% en la productividad de las empresas, porque la ingesta inadecuada de calorías y la deficiencia de hierro, genera fatiga y falta de destreza.
“Hoy las empresas están viendo, bajo rendimiento significa que hay un corte de personal, y es algo que nos debe mover, de alguna manera tenemos que ver nuestras prioridades”, advirtió.
Yolanda Ocotitla Suárez celebró la aprobación de la nueva Norma Oficial Mexicana 051, que ordena el nuevo etiquetado frontal en alimentos y bebidasque advertirá sobre exceso de grasas, calorías y azúcares, calificado como uno de los mejores del mundo por la Organización Panamericana de la Salud (OPS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
“Yo invito a la gente a que de verdad se detenga, lea lo que va a comer, sí es alto en azúcares, si es alto en grasas, y por lo menos empiece a decidir, hay que aprender a decidir también con nuestros alimentos; no es lo mismo comer papas fritas en casa, que comer papas fritas ya procesadas, las papas procesadas aparte de que tienen grasas saturadas tienen mucho sodio, y hoy estamos viendo que hay demasiada hipertensión o presión arterial alta aquí en México, por lo que estamos contribuyendo a enfermarnos más”, señaló.
Además, recomendó visitar al nutriólogo, una profesión a veces estigmatizada en México, pero que hoy más que nunca es muy necesaria ante los graves problemas de alimentación que vivimos en nuestro país.