Grupos de ambientalistas han denunciado la destrucción al ecosistema como la selva de Playa del Carmen, en Quintana Roo, entidad que tiene una inmensa riqueza natural y cultural
Organizaciones No Gubernamentales (ONG) como UNE México denunciaron que el nuevo trazo del Tren Maya en Quintana Roo está destruyendo la flora y fauna de la región. Enfatizaron que además de la tala de árboles de la selva ubicada en Playa del Carmen, también hay daños en cavernas, lagunas y cenotes
La construcción del Tren Maya, una de las obras insignia del presidente Andrés Manuel López Obrador, avanza contrarreloj para poder cumplir en tiempo y forma con la entrega de la obra a finales de 2023, tal como lo prometió el mandatario federal.
Para lograrlo, se ha hecho un nuevo trazo que no solo afecta a la selva -en donde se han talado miles de árboles- sino también a ríos subterráneos, cuevas y cenotes, así lo han denunciado varias Organizaciones No Gubernamentales (ONG), las cuales han mostrado algunas imágenes de la destrucción del medio ambiente de Quintana Roo, lugar conocido no solo por sus bellas playas enclavadas en el Caribe mexicano, sino también por su inmensa riqueza natural y cultural.
Debido a los retrasos en la construcción de varios tramos del Tren Maya, en enero pasado se dio el relevo del titular del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur). Rogelio Jiménez Pons dejó de encabezar el Proyecto del Tren Maya y la dirección del Fonatur para ser sustituido por Javier May, quien hasta ese momento se desempeñaba como titular de la Secretaría del Bienestar.
Con la llegada de May, los trabajos de construcción han apresurado el paso para concluir la obra en tiempo y forma y aunque muchas comunidades de pueblos originarios mayas se han opuesto al Tren e incluso han obtenido amparos, el tren va a pasar bajo cualquier circunstancia.
Diversas organizaciones como UNE México han denunciado la destrucción del ecosistema en la zona de Playa del Carmen en donde se ha documentado la tala de miles de árboles de la selva debido al nuevo trazo del Tren Maya.
El Tramo 5 Sur que abarca Playa del Carmen y Tulum, tiene una longitud de 60.3 kilómetros y estaba previsto que fuera por un paso elevado el cual se estaba construyendo sobre la carretera federal 307 Playa del Carmen-Tulum. Pero ante la premura por terminar las obras para finales de 2023, ahora pasará a ras de tierra por la zona selvática que corre en paralelo a esa vía federal.
Aunque el argumento de May es que la modificación del trazado “es la mejor decisión” ya que no afectará a la actividad económica de la región y se cumplirá con la fecha fijada por el primer mandatario, lo cierto es que hay numerosas afectaciones al medio ambiente.
El pasado 18 de febrero, la Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano (Sedatu) informó de la expropiación de 231 terrenos ubicados en una superficie de 535 hectáreas en los municipios de Benito Juárez, Solidaridad, Puerto Morelos y Tulum, en Quintana Roo, por ser considerados de utilidad pública para el Tren Maya.
“Los inmuebles referidos en párrafos anteriores son apropiados e idóneos para la construcción y el funcionamiento integral del Proyecto Tren Maya, por lo que resulta necesario expropiar los inmuebles de propiedad privada localizados en la superficie del Tramo 5 Norte y Tramo 5 Sur señalados con antelación”, indicaba el texto expropiatorio.
De acuerdo con la Sedatu, el tramo traerá beneficios a quienes habitan y trabajan en los municipios, ya que se contará con mayor acceso a los servicios de salud, educación y deportivos; pero a decir de especialistas como Rodrigo Medellín, del Instituto de Ecología de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM) el gobierno “son les están dando baratijas a cambio de oro”, ya que sostiene que las afectaciones a las comunidades serán desastrosas.
Integrantes del Comité Regional de Espeleobuceo, de la Asociación de Prestadores de Servicios Acuáticos de la Riviera Maya, el Sindicato de Buzos del Caribe y múltiples organizaciones civiles de Quintana Roo, denunciaron que el nuevo trazo generará múltiples impactos, como deforestación, daños en cavernas, lagunas y cenotes, extinción de flora y fauna, y sobreurbanización de la zona selvática, así lo destacó el portal Animal Político.
“Van a pasar una mole de miles de toneladas por encima de un terreno frágil, kárstico, lleno de cenotes, ríos subterráneos y de selva. ¿En qué cabeza cabe algo así? Es como cruzar el tren por la mitad de Chichén Itzá”, aseveró Luis Leal, integrante del Comité Regional de Espeleobuceo en entrevista para el medio.
Hasta el momento, Fonatur no ha anunciado oficialmente cuál será el nuevo trazado del Tramo 5 y tampoco ha explicado cuáles serán los impactos ambientales de la nueva ruta.
Sin embargo, para los activistas y buzos de cuevas, no hay duda de que el nuevo tramo pasará por la parte de la selva baja entre Playa del Carmen y Tulum, por lo que lanzaron una petición a través de la plataforma Change.org.
Con ella buscan que el presidente detenga por completo los planes de construcción del Tren Maya sobre una enorme red de ríos subterráneos y cenotes como Sac Actun, a pocos kilómetros de Tulum en Quintana Roo.
Para dar a conocer la destrucción de la selva en Playa del Carmen, los ambientalistas han publicado videos y fotografías denunciando la tala de árboles para abrir paso al nuevo trazo.
Algunos espeleobuzos compartieron con el medio un documento denominado “Soluciones técnicas constructivas para el nuevo trazo” del Tramo 5 Sur del Tren Maya, con logotipos de las constructoras Grupo México y la española Acciona, que son las responsables de esta parte del proyecto.
En él se muestra que, para “resolver” las “zonas de karsticidad” —las superficies frágiles de roca caliza donde se prevé la existencia de cavernas y oquedades—, se proyectan tres tipos de estructura: una losa pilotada ferroviaria, un tablero de vigas prefabricadas y un tablero metálico.
Pero para cualquiera de estas tres opciones, se introducirían enormes pilotes de acero y concreto que den estabilidad al tren en las zonas frágiles de cuevas y cenotes, algo que los buzos consideran esto como inaceptable debido a los daños que podría ocasionar tanto al ecosistema como a la economía de la región, toda vez que los cenotes de agua cristalina son uno de los principales atractivos de turismo ecológico de Quintana Roo.
“La empresa española a cargo del Tramo 5 Sur nos ha dicho con todo el cinismo del mundo: ‘Acostúmbrense a bucear entre pilotes… Es un experimento inaceptable. Van a echar a perder muchas zonas de turismo ecológico y de turismo alternativo, que es un turismo de mucho menos impacto ambiental que el turismo tradicional de playa. Están matando a la gallina de los huevos de oro”, aseguró Luis Leal, uno de los buzos que habló con el medio.