Cubierta de pies a cabeza con cascos, enterizos y hasta guantes, una pareja de adultos mayores enfrenta en sus caminatas diarias al temido virus con una original manera de protegerse, para no morir contagiada por el virus ni de tedio por el encierro.
Ante la imposibilidad de salir a las calles con tranquilidad, por un problema crónico en sus pulmones, Tercio Galdino, un contador pensionado de 66 años, diseñó el galáctico traje para enfrentar al enemigo invisible que amenaza su salud y convenció a su esposa, Alisea Lima, un año menor, de seguirle la jugada.
“Lo ideé porque soy del grupo de riesgo y, además, tengo un problema en un pulmón. Entonces la COVID-19 para mí es fulminante. Durante el período de cuarentena, y tras 30 días si hacer nada en casa, comencé a pensar en una forma de salir para ver a los amigos y hacer una caminata”, afirmó el jubilado en declaraciones a Efe.
Aseguró que la idea de diseñar los trajes de astronauta la tuvo un día que estaba viendo un noticiero de televisión y apareció un médico que, tras 40 días sin poder ver la familia, decidió vestir un disfraz de dinosaurio para acercarse a los hijos.
“En ese momento me dijo que eso era lo que quería y pensé en la ropa de astronauta. Gasté unos 15 días para confeccionarla y todo lo hice yo. La base es un equipo de protección de enfermero hecha en TNT que decoré”, afirmó Galdino, quien dijo haber gastado unos 300 reales (unos 56 dólares) en los trajes.
Los enterizos de color blanco que viste la pareja están adornados con banderas de Brasil y, por supuesto, con el logo de la NASA.
Los tapabocas, aparentemente innecesarios, pero de obligatorio uso en las calles de Río, hacen parte fundamental del atuendo de la original pareja durante sus paseos diarios.
Según el creador, lo único que incomoda es el casco cuando hace mucho calor.
El jubilado dijo que la primera vez que salieron fue el 15 de julio y exhibieron el atuendo en la playa de Urca, una de las más pequeñas de Río de Janeiro, ante el temor de que fueran mal recibidos.
“Estábamos con temor de pasar una vergüenza pero la receptividad de las personas fue muy buena y nos felicitaron por la originalidad y la creatividad. Había unas 200 o 300 personas en la playa y el traje llamó la atención de todo el mundo y muchos pidieron para tomar una foto. Incluso los autos se detenían o daban marcha atrás”, dijo.
Ante la buena recepción, ambos siguieron paseando tres veces por semana y ya han sido vistos en icónicas playas de Río de Janeiro como Copacabana, Ipanema y Barra de Tijuca.
Según su compañera, los trajes de astronauta fueron para ella un alivio debido a que por el confinamiento no estaba consiguiendo ni dormir y estaba pasando por una situación muy difícil.
Lima asegura que nunca pensó que la idea tuviera tanto éxito y que la noticia llegara tan lejos.
“A veces cuando estamos sin casco dentro del carro las personas nos reconocen y dicen ‘esos son los astronautas’. No sabíamos que eso iba a tener una repercusión con esa proporción y que nos conocieran en todo el mundo”, aseguró.
La pandemia del coronavirus ya deja cerca de 12.000 víctimas y más de 134.000 infectados en Río de Janeiro.
Con cerca de 78.000 muertes y más de dos millones de casos confirmados, Brasil es la segunda nación del mundo con mayor número de víctimas e infectados, tan solo por detrás de Estados Unidos.