Peña Nieto perdió cuatro puntos en el último trimestre, según el estudio, en lo que representa una caída libre en los índices de aprobación desde mayo de 2014. (gob.mx/presidencia)
Peña Nieto perdió cuatro puntos en el último
Agencias
CIUDAD DE MÉXICO.- Enrique Peña Nieto es el presidente mexicano que ha tenido el índice más bajo de aprobación en su cuarto año de gobierno. La última encuesta de Consulta Mitofsky, publicada este viernes, revela que el 69 por ciento de los mexicanos reprueban la gestión de su gobierno en los últimos tres meses.
La medición sobre la popularidad del presidente se hizo semanas después de que el entonces candidato republicano a la presidencia de EU, Donald Trump, visitara la residencia presidencial de México por invitación de Peña Nieto.
De acuerdo con El País, Peña Nieto perdió cuatro puntos en el último trimestre, según el estudio, en lo que representa una caída libre en los índices de aprobación desde mayo de 2014. Solo el 24 por ciento de los mexicanos aprueban su gobierno. Este indicador es el peor que un presidente mexicano ha tenido en su cuarto año de gobierno, desde que se miden los niveles de aprobación del Ejecutivo.
Los últimos cuatro antecesores de Peña Nieto no rebasaron índices de 50 por ciento de desaprobación entre sus gobernados.
Roy Campos, director de la firma de análisis, ha recordado en la prensa mexicana que el expresidente Ernesto Zedillo fue uno de los mandatarios con los peores índices de aprobación entre la población.
En 1995, apenas el 27 por ciento de los mexicanos aprobó su gobierno después de pedir al Congreso la subida del IVA del 10 por ciento al 15 por ciento y en medio de la crisis económica que desató el efecto tequila. Peña Nieto ha enfrentado, en los últimos cuatro años, situaciones que abonan a su baja popularidad como la desaparición de los estudiantes de Ayotzinapa y el escándalo de la Casa Blanca.
La percepción de los mexicanos es que en el país hay más inseguridad, corrupción e inflación, durante la administración de Peña Nieto. Las elecciones en Estados Unidos han supuesto mayor presión sobre la economía mexicana.
La visita de Trump a México, el 30 de agosto, hirió la sensibilidad de los mexicanos que rechazaban el discurso xenófobo del entonces candidato.
La decisión de Peña Nieto fue vista en el país como un profundo error diplomático y el antiguo ministro de Hacienda, Luis Videgaray, dimitió tras saberse que fue el gestor del encuentro entre el magnate y el presidente mexicano.