• Carlos contó que los policías lo detuvieron y que, sin siquiera pedirle sus documentos (tarjeta de circulación y licencia), le pidieron dinero para que lo dejaran circular.

En el video se puede ver a Carlos conducir sobre la avenida siete a la altura del mercado de carnes de San Juan, justo en los límites del municipio de Nezahualcóyotl y la alcaldía Iztapalapa, lugar donde los uniformados tenían una especie de reten y donde le pidieron para “el chesco”.

Llamada a Asuntos Internos

Luego de ser extorsionado, Carlos llamó a la Unidad de Asuntos Internos (UAI) de la Secretaría de Seguridad del Estado de México, en donde le dijeron que regresara al punto donde sucedieron los hechos, les llamara nuevamente y esperara.

Y así lo hizo, cuando Carlos llegó los policías lo identificaron, se acercaron y le dijeron en un tono como si de un favor se tratara, que “sí podía circular”; sin embargo, el joven les dijo que ya los había denunciado con UAI y que tenía todo grabado.

Cambio de actitud

Carlos volvió a marcar a Asuntos Internos y en ese momento los papeles cambiaron: uno de los oficiales identificado, como Edgar, le pidió disculpas y comenzó a exhortarlo para que colgara la llamada con el fin de llegar a un acuerdo, pues dijo  lo había hecho por necesidad, ya que tenía un hijo enfermo.

Mira yo tengo familia, carnal. Vamos a llegar a un trato de cuates. Me vas a perjudicar, hazme un paro, perdóname. Mira, hermano cuelga. Tengo a mi hijo bien malito, te enseño en mi teléfono cómo tengo a mi chavo, tiene sus intestinos de fuera. Te lo pido de corazón. Mira te invito un chesco, carnal”, dijo el policía Edgar con la voz entrecortada mientras Carlos se comunicaba por teléfono con UAI.

Luego de colgar la llamada y de mandar la ubicación a la UAI, Edgar continuó tratando de convencer a Carlos; sin embargo, no cedió y se defendió; dijo que ellos no estaban facultados para detener a las personas con el fin de infraccionar puesto que el reglamento indica que en esa corporación sólo lo pueden hacerlo las oficiales uniformadas con vivos en color naranja.

Aunque se desconoce de momento en qué terminó esta peculiar historia, Carlos pidió a sus contactos de Facebook que fuera compartido para que la gente supiera qué hacer en caso de extorsión por parte de algún elemento de las policías.

¡Compartir hasta que todo el país se entere! Así debes reaccionar ante una extorsión, asuntos internos de la localidad en qué se encuentren”. Escribió Carlos.