Al menos 300 menores terminaron en distintos hospitales después de que en Guerrero comieran pozole y en Veracruz pastel en mal estado
Este 30 de abril, durante los festejos del Día del Niño, al menos 300 menores resultaron intoxicados después de que consumieran alimentos en mal estado.
El primer caso se registró en la comunidad de Mexcalcingo, en Chilapa, Guerrero, en donde a los niños se les dio de comer pozole, aparentemente descompuesto.
Los menores, quienes empezaron a sufrir fuertes dolores de estómago, fueron trasladados en ambulancias a las delegaciones de la Cruz Roja en Chilapa, Chilpancingo, Iguala y Acapulco.
Mediante su cuenta de Facebook, el gobernador de la entidad, Héctor Astudillo, informó que había instruido a la Secretaría de Salud para que atendiera “inmediatamente” a los aproximadamente 200 menores que resultaron con intoxicación por consumo de alimentos en mal estado.
De la misma manera, refirió que algunos de los niños fueron trasladados vía aérea para ser atendidos, mientras que elementos del Ejército llegaron a la zona para auxiliar a la población.
EN VERACRUZ, UN PASTEL DETONA LA EMERGENCIA
En un segundo caso, la buena intención de la organización Visión Mundial, quien repartió rebanadas de pastel en el municipio de Tehuipango, Veracruz, terminó con una emergencia sanitaria cuando, al menos, 100 menores resultaron intoxicados.
En este caso, las autoridades también actuaron de inmediato y requirieron el apoyo de otros municipios como el de Zongolica, donde el alcalde Juan Carlos Mezhua informó que decenas de menores habían sido trasladados a hospitales de la zona.