Ante las amenazas de Trump, Marcos Martínez que radica en EU desde hace 18 años decidió volver a casa de manera voluntaria antes de que se le criminalice
Marcos Martínez, migrante mexicano que radica en Estados Unidos desde hace 18 años, decidió regresar al país que lo vio nacer, ya que considera que el riesgo a ser deportado, encarcelado o víctima de la imputación de un delito que no cometió es más grande desde que llegó el presidente Donald Trump al poder.
Afirma que, se ha perdido la tranquilidad, todos los compañeros de su trabajo, también indocumentados, se mantienen muy al tanto de la proximidad de las patrullas o de la posible presencia de policías o agentes migratorios.
“No quiero que me arresten, me deporten o que me acusen de criminal, como dicen ellos; de ratero o algo así. Entonces, mejor me voy”, asegura Marcos.
“Es mejor irme limpio y regresar con la cabeza en alto a mi país”, sostuvo.
Dice que su temor incrementó desde el 20 de febrero, día en el que un policía le marcó el alto, comenta que el argumento que le ofreció fue que lo paraba, porque no tenía licencia.
“Yo creo que injustamente, porque cómo él sabe que no tenía licencia, él estaba parqueado, he manejado durante muchos años y nunca me había pasado que un policía me detuviera así”, relata el mexicano.
El temor que despierta la retórica y las acciones de Trump entre los migrantes que trabajan en Estados Unidos, les ha quitado la calma, especialmente cuando se encuentran laborando.
En el momento que entró el señor a gobernar, uno se mira ya atacado, solamente mirando en mi trabajo, todos a cada rato nos vamos a ver a la ventana si no viene alguien, vemos a una patrulla, ya tenemos miedo, nos metemos en la cocina, tenemos miedo, ya no podemos trabajar igual”, manifiesta.
Marcos indica que 12 horas de trabajo diarias en un restaurante de Estados Unidos, le permiten ayudar a su madre y enfrentar los costos de su tratamiento de diabetes.
A semanas de su regreso a México, sostiene que no deja de pensar en qué hará cuando regrese a casa, ya que, 18 años atrás salió del país para superar las carencias.
“Estoy pensando mucho qué voy a hacer allá, cómo voy a hacer para ayudarle a mi mamá, entonces quién va a mirar eso”, comparte.
Escrito por Excélsior