Con el inicio de la temporada de frío, se incrementan las Infecciones Respiratorias Agudas, las cuales afectan al aparato respiratorio principalmente de niñas y niños menores de 5 años, sobre todo en aquellos que han tenido una lactancia inadecuada, presentan malnutrición, viven en hacinamiento y/o están expuestos al humo de tabaco y leña.
De enero a octubre de 2017 en las unidades de los Servicios de Salud, se han otorgado 34,977 consultas por Enfermedad Respiratoria Aguda en niños y niñas de 0 a 5 años, de los cuales 1 de cada 3 casos se presentaron en la población menor de 1 año; del total de consultas el 74% requirió tratamiento sintomático, es decir medicamentos para disminuir los síntomas, dejando el uso de antibióticos para casos específicos, lo anterior de acuerdo a las Guías de Práctica Clínica; además se han referido a atención especializada 97 casos por sospecha de neumonía.
Las infecciones respiratorias agudas, son ocasionadas principalmente por virus, seguidas de bacterias, ocasionando síntomas en las población infantil como: secreción abundante de la nariz, congestión nasal “nariz tapada”, estornudos frecuentes, fiebre, dolor de garganta al comer o tomar líquidos, tos con flemas, dolor de cabeza y dolor de oído, o bien presentar únicamente irritabilidad como en el caso de los menores de 2 años, e incluso diarrea o vómito.
Sí, se observan algunos de los síntomas anteriores en las niñas y niños, o bien, sí aún después de haber sido valorado por personal médico, presenta lo siguiente:
• No puede beber o no puede ser amamantado.
• Ha tenido fiebre por más de 3 días.
• Tiene pus o secreción en el oído.
• Se le hunden las costillas.
• Respira rápido.
• Se nota más enfermo.
No AUTOMEDICAR y acudir de manera inmediata a la Unidad de Salud más cercana, para su pronta atención.
Es importante que para evitar algún tipo de infección respiratoria o propagación de la misma, se lleven a cabo las siguientes recomendaciones:
• Pronta vacunación, en especial las niñas y niños de 6 meses a 5 años, mayores de 60 años y pacientes de 10 a 59 años con factores de riesgo (asma, cáncer, obesidad, diabetes mellitus, VIH y problemas del corazón).
• Abrigarse adecuadamente, protegiendo la cabeza, nariz y boca para no respirar aire frío.
• Utilizar ropa adecuada como: gorro, bufanda, guantes y calcetines gruesos.
• Evitar exponerse a cambios bruscos de temperatura y a corrientes de aire.
• Ingesta de abundantes líquidos, frutas y verduras de temporada, en especial aquellos que son ricos en vitamina C y D, para mejorar las defensas.
• Quedarse en casa si tienes alguna infección respiratoria.
• Evitar tocarse los ojos, la nariz y la boca con las manos sucias, ya que son una vía de entrada de los virus al cuerpo.
• Lavado de manos con agua y jabón, después de: toser o estornudar; tocar barandales públicos, botones de elevador, llaves u otros objetos, antes y después de ir al baño.
• Estornudar correctamente (estornudo de etiqueta), utilizando un pañuelo desechable o cubrirse con el ángulo interno del brazo.
• No fumar en espacios cerrados y cerca de la población infantil.
• Extremar precauciones si vas a utilizar leña o petróleo en chimeneas, estufas o calentadores dentro de tu hogar, si lo haces asegúrate de contar con una buena ventilación.
• Ventilar las habitaciones y permitir la entrada del sol.
• Mantener limpio el hogar, así como los juguetes y otros objetos del hogar, límpialos frecuentemente con cloro.
• Proteger a las mascotas ya que éstas también son susceptibles.