Esteban Espinoza / SLP
“Identificar todas las aristas de la trata de personas, no sólo como delito, sino como un problema social es fundamental para su atención, sin embargo es primordial trabajar en la prevención de la trata con un claro enfoque interinstitucional y para ello es necesaria la perspectiva de género”, señaló Erika Velázquez Gutiérrez, Directora General del Instituto de las Mujeres del Estado de San Luis Potosí (IMES) al arrancar una serie de 3 talleres que ofrece esta institución a la Dirección General de Seguridad Pública del Estado (DGSPE) titulados “Conceptos básicos sobre la trata de personas.
Durante la ceremonia de arranque se contó también con la presencia de la Lic. Juan Laura Castanedo Salazar, Encargada de la Dirección de Enlace Administrativo de la DGSPE, en representación del Director General, Gral. De Div. De E.M. Ret. Ángel Gámez Segovia; el Mtro. Alejandro Ortíz Hernández, Director de Atención Ciudadana del IMES y facilitador de los talleres, así como la Psic. Monika Guadalupe Rosas Torres.
El objetivo del taller es brindar algunas herramientas conceptuales básicas que permitan a las y los participantes identificar las características de la trata de personas, desde la perspectiva de género y de derechos humanos. El taller arrancó con un grupo de 25 personas, 9 mujeres y 16 hombres de las áreas de psicología, trabajo social y áreas operativas.
Durante el taller, Alejandro Ortíz señaló que 70% de las víctimas de trata detectadas en el mundo son mujeres y niñas y recordó que la trata de personas implica varias formas de explotación como la sexual, el trabajo forzado, la extracción de órganos, entre otras y en el caso específico de la explotación sexual el porcentaje de mujeres y niñas víctimas asciende a 98%.
Ortíz Hernández dio a conocer la definición de la trata de personas según el Protocolo de Palermo, la cual se establece como “la captación, el transporte, el traslado, la acogida o la recepción de personas, recurriendo a la amenaza o al uso de la fuerza y otras formas de coacción, al rapto, al fraude, al engaño, al abuso de poder o de una situación de vulnerabilidad o a la concesión o recepción de pagos o beneficios para obtener el consentimiento de una persona que tenga autoridad sobre otra con fines de explotación”.
Informó que México es un país de origen, tránsito y destino, según las tres fases del fenómeno: enganche, traslado y explotación, lo cual implica diferentes estrategias de política pública para lograr su erradicación, señaló el ponente, quien concluyó que aún falta mucho por hacer en materia de sanción y además en reducir la vulnerabilidad, realización de diagnósticos, campañas de prevención, capacitación en torno al tema, asistencia a víctimas y fortalecer los mecanismos de coordinación institucional y con la sociedad civil.