Agencias
BEIJING, China.- Al rechazar el Acuerdo de Asociación Transpacífico (TPP), el presidente estadounidense Donald Trump cumplió la primera de una serie de promesas que hizo que podrían terminar beneficiando a China, dándole más posibilidades de afianzase como líder regional y agravando las tensiones en torno al Mar del Sur de China y a Taiwán.
Frustrado el acuerdo, al presidente chino Xio Jinping podría resultarle más fácil presentar a Beijing como el abanderado del comercio libre y los chinos podrían incluso plantear un pacto alternativo. El Transpacífico no incluía a China y era visto como una maniobra del ex presidente Barack Obama para contrarrestar la influencia china en la economía mundial, según publica The Associated Press.
También podría fortalecer los lazos de China con sus vecinos en momentos en que Beijing se prepara para hacer frente a una previsible ofensiva de Washington en torno a temas espinosos como el Mar del Sur de China y el status de Taiwán, la isla que los líderes de China continental consideran parte de su territorio.
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Vistazo a estos asuntos:
Papel del TPP en la contención de China
El retiro de Estados Unidos le da a China la oportunidad de afianzarse como uno de los grandes referentes en los acuerdos económicos asiáticos.
En un implícito rechazo a las promesas de Trump de restringir las importaciones, Xi defendió el comercio libre en un discurso ante el Foro Económico Mundial de Davos, Suiza, la semana pasada, en el que exhortó a las naciones a rechazar el proteccionismo.
“Es probable que China desempeñe un papel mucho más importante en el comercio de Asia y el Pacífico”, afirmó Rajiv Biswas, del IHS Markit, en un informe.
Beijing ha lanzado sus propias iniciativas para fomentar el comercio en Asia, incluido un banco para financiar la construcción de carreteras puertos y vías férreas, así como un proyecto para buscar un acercamiento a los mercados europeos.
Los principales damnificados por el retiro de Estados Unidos podrían ser algunos vecinos de China, como Vietnam y Malasia, que hubieran ganado mayor acceso al mercado estadounidense.
Esto podría aumentar el interés en otra iniciativa encabezada por China, la Alianza Económica Integral Regional. Es menos ambiciosa que el TPP y protege las industrias estatales.
Trump, no obstante, ha dicho que buscará acuerdos bilaterales con los países del TPP.
Trump y el comercio
El rechazo del TPP es el primer paso de una ambiciosa agenda destinada a reestructurar el comercio con Asia, que podría tener enormes repercusiones en las economías regionales.
Trump prometió subir las tarifas de los bienes chinos al 45 por ciento y alentar a los fabricantes estadounidenses a que se queden en Estados Unidos. Dice que negociará pactos comerciales bilaterales con los países asiáticos, que modificarían el rumbo del comercio.
Estas medidas podrían reducir la influencia China, gran importador de materias primas de sus vecinos y de componentes que son usados en productos destinados a Estados Unidos.
La Cámara de Comercio Estadounidense de China dijo la semana pasada que Beijing tomaría represalias si Trump restringía las importaciones chinas y China ya impuso tarifas de importación inusualmente altas en un caso antidumping que involucró a sustancias químicas usadas en la comida para el ganado.
El mar del sur de China y Taiwan
Rex Tillerson, el secretario de estado propuesto por Trump, dijo que Estados Unidos podría tratar de bloquear el acceso a las islas artificiales que China creó en el Mar del Sur de China, a lo que Beijing respondió diciendo que si eso pasaba, podría haber enfrentamientos militares.
El secretario de prensa de la Casa Blanca Sean Spicer declaró el lunes que el gobierno de Trump “defenderá los territorios internacionales”, incluido el Mar del Sur de China, una región que China y otros países de la zona consideran parte de su territorio. Tillerson ha dicho también que Estados Unidos debería impedir que China siga construyendo islas artificiales y negándole el acceso a ellas.
Beijing ha dicho que la presencia de barcos de guerra estadounidenses en la región es una provocación.
“Si Estados Unidos toma medidas contra las iniciativas chinas para proteger sus territorios marítimos, puede generar una confrontación militar”, expresó Sun Hao, experto en relaciones internacionales de la Universidad China de Asuntos Extranjeros de Beijing.
Teng Jianqun, del Instituto Chino de Estudios Internacionales, dijo que no cree que Estados Unidos cumpla con su amenaza de impedir el acceso a las islas. “Es como declarar una guerra. Sería algo ridículo”.
La construcción de islas en aguas disputadas ha irritado a los vecinos de China, incluidas las Filipinas. Esos países temen que China use las islas para expandir su presencia militar o incluso para bloquear el tránsito de buques de carga.