Jaime Cárdenas, un veterano acompañante de Andrés Manuel López Obrador desde los tiempos opositores, no da vueltas: en el Gobierno federal quieren obediencia ciega.
Su renuncia al Instituto para Devolver al Pueblo lo Robado (Indep), creado en la denominada Cuarta Transformación, tiene que ver con los desencuentros con el Presidente y su equipo cercano, quienes le pedían tomar decisiones sin respetar procedimientos, como disponer bienes para dependencias, despedir trabajadores o cancelar contratos.
Dijo que por su formación de abogado solía insistir en que había que “hacer bien las cosas” y “respetar procedimientos” algo que “desespera” en el Gobierno.
“Ellos creían que yo iba a tener una obediencia total, ciega, a lo que me dijeran y, desde luego, no tenían que convencerme, yo ya estaba convencido. Pero la diferencia estuvo en ese método en el cumplimiento de procedimientos”, reconoció en entrevista.
A tres días de haber dimitido, Cárdenas consideró que este organismo es “un barril de pólvora” debido a las enormes deudas que enfrenta, a la corrupción que tiene enquistada y a la premura con la que el Gobierno pretende disponer de los bienes.
El abogado, que encabezó el Instituto desde el pasado 16 de junio en sustitución de Ricardo Rodríguez, dijo que a las dos semanas de haber llegado se enteró de la mutilación de joyas y que, inexplicablemente, dicho delito no había sido denunciado por lo que enteró a la Fiscalía General de la República.
En entrevista con REFORMA, enumeró las irregularidades descubiertas, como avalúos y normas deficientes para regular destrucción de bienes.
“En todo esto hay negocio: en la destrucción de bienes, en el avalúo de bienes, en el tema de las subastas, tanto presenciales como electrónicas. En fin, es una institución con mucho dinero que en el pasado estuvo poco vigilada, fiscalizada, y, desde luego, eso es campo propicio para que se cometieran actos de corrupción”, subrayó.
“De todo esto yo le estuve avisando al Presidente, eran informes que se entregaban a través de su secretaria privada por vía de Internet y, también, en las oportunidades que tuve de hablar con él”, aseguró.
-¿Y él, qué decía?
“Siempre me escuchaba y me decía ‘adelante’. Él siempre me alentó, debo decir, también, que él y su secretario particular me pedían más rigor, más fuerza. En algún momento hablé con el secretario particular y me dijo: ‘lo que queremos es que destituyas a la mitad del personal’. Le dije: ‘ingeniero, vamos a hacer eso, si se puede hacer eso, si procede, pues hagámoslo bien’. Entonces, me pidieron un estudio para reestructurar la institución, yo presenté ese estudio de reestructuración de la institución que implicaba el cese de aproximadamente 78 servidores públicos con plaza en la institución, pero bueno, nunca me dieron respuesta”.
El ex funcionario reveló que en la manipulación de joyas se daban peritajes iniciales con un peso determinado y luego se decía otro, porque les quitaban piedras preciosas.