REFLEXIONANDO
Por el Lic. Luis Fernando Leal Beltrán
La “Ley del Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”
Cuando hablamos de acuerdos pactos o convenios generalmente les antecede un conflicto, pues bien resulta que en la desesperación del presidente de todos los mexicanos, tratando de realizar alguna acción para detener la reacción de la sociedad con el repudiado gasolinazo se ha encomendado a llamar a los sectores de la sociedad a firmar el famosísimo acuerdo denominado “Acuerdo para el Fortalecimiento Económico y la Protección de la Economía Familiar”, suena bonito la verdad pero demasiado genérico y que es lo que trata de fijar en citado acuerdo entre otras cosas según lo que se dice detener la escalada en el alza de los precios de casi todo, la verdad es muy soñadora esa pretensión no creo desde mi muy particular punto de vista NO CREO que exista algún sector de la sociedad dispuesto a mantener precios y costos a pesar de su detrimento financiero quizás en el terreno inmediato se logre que no suban el precio de sus inventarios existentes a la fecha, pero vender barato y comprar caro como “Juan Garabato” como que no suena y quien a hoy venda su inventario a el precio actual o sea sin incremento proporcional alguno, que es lo deseable comprara y resurtirá a nuevo precio pues es ilógico y soñador pensar que no se dará un aumento pues más allá de la materia prima, el precio final del producto se determina después de la transportación, mire usted, por ejemplo a los productos del campo lo que los encarece es precisamente el costo de la transportación, quizás, el precio de semilla, agua para el riego y hasta el jornal pudiera mantenerse, pero los aceites y combustibles desde para el tractor, la luz y del pozo, o la maquinaria, y la transportación a su lugar de consumo depende estrictamente del costo de los energéticos, ahora sí que alguien más habilidoso o imaginativo me explique cómo mantener un precio igual ante un aumento del costo del proceso y su distribución, a más de esto como que resulta ser una pacto demasiado genérico o bien digamos poco objetivo y exacto como se quiere, más bien me atrevo a pensar que es una cuestión mediática, para el ejercicio fiscal de esta año todos los gobiernos estatales si excepción de este maravilloso país aumentaron el costo de sus trámites y servicios, unos más que otros menos pero todos los aumentaron y a todos niveles de la administración pública del país , y algunos muy habilidosos siguiendo el clarísimo ejemplo del “buen fin” aumentaron los precios y ahora a lo más que habrán de ofrecer en el mejor de los casos son algunos descuentos, llama la atención como el gobernador que ya se atrevió a hablar de reducción de sueldos y descuentos es precisamente el del estado de Nuevo León, estado que es uno de los tres más apapachados con un súper mega presupuesto por lo que no se verá grandemente afectado aunado a esto la mentira que tanto les canto a los neoleoneses de la quita de la tenencia que no ocurrió, y no ocurrirá nos da la clara muestra que en este país de la clase política actualmente dominante de cualquier partido el más chimuelo es tragón, y por lo que me queda perfectamente claro que la gran ausencia del citado nuevo pacto mexicano es precisamente el plan de austeridad creíble y efectivo al que se debería de comprometer el estado mexicano y que en la especie no ocurre hasta donde se ve, el gran pretexto para el alza ya nos lo canto dos veces nuestro presidente EPN, al hablar del recorte a los programas sociales, curiosamente esos programas sociales se supone benefician a los que menos tienen y que ante la realidad actual de la desfachatez de la clase política me atrevo fundadamente a pensar que no es tanto el amor por preservar tal o cual programa social, sino por el contrario preservar el manejo clientelar electoral, que es lo que más preocupa a todo político actual que trata de proteger y asegurar la permanencia o el brinco a diverso cargo, me percato al andar en la calle como que nuestro actual presidente EPN cada día o habla menos claro o le entendemos menos los mexicanos o de plano ya cayo de la idolatría que le profesaban muchos hace seis años al aborrecimiento casi generalizado que le estima una aceptación al día de hoy según los encuestadores expertos de este país del 15% de la población, y hasta pienso que le regalaron algunos puntos, si se tratara de que nos tuviéramos que sacrificar un 70% de la población para apoyar los programas sociales dirigidos a un 20 o quizás 30% de la población estoy seguro que el pueblo mexicano solidario recibiría con gusto un aumento no importa que nos cobraran a $30 el litro de gasolina y los demás impuestos, que para nada son congruentes con lo que a hoy marca el artículo 33 de la Constitución General de la República, pues no son nada justos y menos equitativos los impuestos que pagamos los mexicanos, pero aun así creo que prevalecería la solidaridad más sin embargo el gran problema es que estamos empobrecidos el 80% de los mexicanos y el 15% de la población casi a un paso de la mendicidad, y ante un estado empobrecido y un escaso 5% de la población que es quienes nos gobiernan que viven en la opulencia como meros virreyes o feudales, que además de ese porcentaje que vive del recurso público un 70% son verdaderos saqueadores del dinero más fácil de robar a ojos vistos sin reclamos válidos, y sin tribunales que se presten a juzgar y castigar el desmedido saqueo del que somos objeto los mexicanos, nada se dijo en el citado pacto por sus firmantes en concreto si habrían de tomar alguna acción en contra de los saqueadores de recursos públicos y cual sería esta acción, hoy tenemos casi olvidados a los saqueadores más vistos últimamente o más cuestionados y que tales son los exgobernadores de Veracruz, Chihuahua, Nuevo León, Sonora, Quintana Roo, Tamaulipas, San Luis Potosí, y muchos, muchísimos más de eso efectivamente el citado pacto o convenio no ocupo ni la intención en sus cuartillas, el dolor y el hartazgo expresado por la sociedad a todos niveles, que se me antoja que ya somos uno solo, porque todos estamos jodidos es precisamente en contra de la indolencia, la desfachatez y la faltan de acciones para detener el saqueo del recurso público, e incluso para castigar con castigo ejemplar a quienes nos han y nos siguen robando y siguen empobreciendo a este país a hoy la gota de gasolina que incendio a la población es la impotencia ante la impunidad de los saqueadores del recurso público, es la impotencia ante el contubernio y la autoprotección de la clase política, es la impotencia que le enerva a cada mexicano ver como cada día se hace más real su pobreza y sus carencias y cada día se hace más irreal una verdadera lucha, combate y castigo al robo del recurso público a todos niveles, no veo lejos que los saqueadores reencausen sus miras a donde verdaderamente se encuentra el dinero, la opulencia y los bienes, es decir, a las mansiones, los ranchos y las grandes empresas propiedades de los políticos mexicanos, y ahí si estaríamos o se consideraría que hay inestabilidad y una revuelta social porque precisamente a los saqueadores no les va a gustar que el pueblo les reclame lo que le han robado, no me queda más que decir una vez más que la justicia de los hombres en algún momento de la vida llega y quien piense que no, le garantizo que de la justicia divina esa que llega un poco tarde pero nunca deja de llegar, de esa si nadie se salva, ustedes tienen la última palabra, saludos, bendiciones para todos y por lo pronto no nos queda más que el remedio del “agua y ajo”. “LA VIDA ES UN RESTAURANTE NADIE SE SALE SIN PAGAR” Fernando Leal