Esteban Espinoza / Rioverde
La retención de dietas y aguinaldos a los regidores del Ayuntamiento ha generando dudas sobre el uso de medidas económicas como herramienta de presión política. Según información verificada, los integrantes del cabildo no han recibido sus pagos correspondientes a las últimas tres quincenas, a pesar de que estos recursos están debidamente contemplados en el presupuesto de egresos.
La situación ha cobrado relevancia en el contexto de la reciente negativa de los regidores de oposición a aprobar un préstamo solicitado por el Ayuntamiento a principios de año. Aunque no ha habido una explicación oficial sobre la falta de pagos, la coincidencia con la discusión sobre la instalación de parquímetros en la ciudad sugiere que podría tratarse de una estrategia para influir en las votaciones del cabildo.
La autorización de los parquímetros requiere el respaldo de dos terceras partes del cabildo, lo que ha intensificado la presión sobre aquellos regidores que han expresado dudas o rechazo a la medida. La retención de sus salarios podría interpretarse como un intento de condicionar sus posturas en temas cruciales para la administración municipal.
Es importante recordar que, según la ley, los pagos a los regidores son un derecho como funcionarios públicos y no pueden ser condicionados por motivos políticos o administrativos. Además, el Código Penal del Estado de San Luis Potosí considera la retención de sueldos como un delito, lo que podría acarrear responsabilidades legales para los responsables.
Hasta el momento, ni la Tesorera Municipal, Joanna Brondo, ni el presidente municipal, Arnulfo Urbiola Román, han ofrecido una declaración oficial sobre este retraso en los pagos. Sin embargo, la situación ha comenzado a generar inquietud en diversos sectores, ante el riesgo de que el presupuesto municipal esté siendo utilizado como un mecanismo de presión dentro del Cabildo.