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Regreso a las aulas de la muerte.

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OPINIÓN
Verónica Cruz Perales

En el sexenio de las ocurrencias, al presidente de la república se le ocurrió regresar a las niñas y niños a las aulas sin condiciones de salud, con un sistema hospitalario colapsado y peor aún, sin vacunas suficientes para proteger a los hijos mexicanos.

Los argumentos del presidente son inverosímiles e irresponsables; pues asegura que las niñas y niños no corren peligro con el virus, que son inmunes y que regresaran bajo las condiciones de cuidado que garantizan que no enfermaran.

Si esto fuera cierto, la Secretaria de Educación Pública no tendría porque estar obligando a los padres de familia a firmar una carta de responsabilidad que los deslinde de culpa si una niña o niño llegan a enfermarse de covid o peor aún, muera a consecuencia del virus.

De todos es sabido que nuestras maestras y maestros están vacunados con la vacuna cansino, la cual, según los expertos, sólo tiene el 50% de efectividad y recomiendan que a los seis meses vuelvan a vacunarse.

Si a nuestros docentes los vacunaron con la vacuna menos eficiente, imagínese usted el riesgo que estarán tomando al regresar a las aulas; por lo tanto, no sólo las niñas y niños están en riesgo, también nuestros maestros.

Agréguele que en la mayoría de los planteles, son los maestros y los padres de familia los que están obligados a cargar con el gasto que implica la limpieza, sanitización y desinfección de los espacios educativos, además del gel y la rehabilitación de las aulas que por el abandono del año que lleva la pandemia, han sufrido.

Supongamos; aunque sea imposible con este gobierno; que se cumple con la sana distancia, que los doten de suficiente material para garantizar que los espacios están libre de covi; imagine lo que implica el trayecto de la casa a la escuela de los alumnos; el regreso a clase no existe sin el autobús lleno hasta las puertas; o los peseros y los taxis colectivos en donde no hay espacio para nadie más.

Esta es la realidad en la que vivimos; y es por eso que en las últimas encuestas que he visto sobre el porcentaje de padres de familia que no están dispuestos a enviar a sus hijos a clase rebasa el 75%; porque todos coincidimos en que urge el regreso a la educación presencial, pero también es obvio que no hay condiciones de salud para eso, que tenemos un presidente de la república que prefiere pasarse las mañanas atacando a las y los mexicanos que trabajamos, que enfrentar su responsabilidad y ponerse a trabajar él.

Nunca olviden que uno o dos años de clases se recuperan… La vida nunca.
Hasta la próxima.

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