IZMIR, Turquía (AP) — Cuando empezaban a desvanecerse las esperanzas de encontrar sobrevivientes, rescatistas en la ciudad turca de Izmir sacaron con vida a una niña pequeña de entre los escombros de un edificio de apartamentos derruido, cuatro días después de que un fuerte sismo remeciera Turquía y Grecia.
La pequeña, envuelta en una manta térmica, fue trasladada hasta una ambulancia en una camilla entre aplausos y vítores de “¡Dios es grande!” de rescatistas y testigos.
El ministro de Salud, Fahrettin Koca, la identificó en Twitter como Ayda Gezgin, de tres años y compartió un video de la pequeña dentro de la ambulancia. La niña estuvo 91 horas atrapada entre los escombros, desde el sismo del viernes en el mar Egeo. Fue la 107ma persona rescatada con vida.
El rescatista Nusret Aksoy dijo a la prensa que estaba buscando entre los escombros del edificio de ocho plantas cuando oyó gritar a un niño y pidió silencio. Después localizó a la niña en un hueco junto a un lavaplatos.
La niña le saludó con la mano, le dijo su nombre y le dijo que estaba bien, dijo Aksoy.
“Me dieron escalofríos, y mi colega Ahmet lloró”, dijo.
El día anterior fueron rescatadas con vida otra niña de 3 años y una de 14 en edificios derruidos de Izmir, la tercera ciudad más grande de Turquía.
Mientras tanto, la cifra de muertos en el sismo llegó a 104 después de que los equipos de emergencias recuperasen más cuerpos de otros lugares de la ciudad.
El Servicio Geológico de Estados Unidos estimó la magnitud del sismo en 7,0, aunque otras agencias en Turquía dieron estimaciones más bajas.
La gran mayoría de los muertos y del millar de heridos estaban en Izmir. En la isla griega de Samos, cerca del epicentro del sismo, murieron dos adolescentes y 19 personas resultaron heridas.
Las autoridades señalaron que 147 sobrevivientes seguían hospitalizados y tres de ellos estaban graves.