EL ORÁCULO
Esteban Espinoza
Ni la peor sequía que han vivido los rioverdenses por el año de 1995 provocó que sufrieran por la falta del vital líquido en sus hogares; como lo ha provocado hoy, la incapacidad de quienes dirigen los Servicios de Agua y Saneamiento Ambiental de Rioverde, quienes están haciendo el papel más triste en la historia de la conocida “caja chica” del municipio; ahora los ciudadanos, de cuando menos 20 colonias de la periferia, sufren por el desabasto de agua potable.
Marco Polo Padrón Ordaz, prometía hacer un buen papel en el organismo, pero sólo faltaron tres meses para que perdiera el control del SASAR y el vacío de poder fuera llenado por la contadora. Natividad Camacho, quien venía de sufrir un golpe en lo personal y profesional, después de provocar con su vehículo un terrible accidente frente al Hospital Regional de Rioverde, en donde lamentablemente perdieron la vida dos peatones; lo que por lógica; daño a la profesionista, quien al ingresar al organismo se dedicó a abrir frentes en el interior.
La prepotencia, la falta de sensibilidad y la falta de respeto a los derechos humanos de los trabajadores con la que se ha dirigido Natividad Camacho, vino a provocar al interior del organismo un colapso, que termino en el desabasto de agua potable porque nadie quiere dar el extra, los trabajadores están más preocupados por sobrevivir a las grillas internas, que por hacer bien las tareas diarias; así que las fugas de agua están a la orden del día y no hay quien de mantenimiento a las líneas, la queja a diario, es la falta de personal.
Mientras el SASAR se colapsa, el arquitecto, Marco Polo Padrón Ordaz, se ha dedicado a beneficiar a sus amigos como proveedores del organismo y aún peor, entregando las obras a las constructoras afines a sus intereses personales; dejando la dirección a la contadora Camacho, quién, como muchos políticos que por primera vez ostenta un poco de poder, se subió al ladrillo y se mareo.
El personal sindicalizado del SASAR no ve la hora en la que se acabe esté trienio y los funcionarios abandonen las instalaciones; pues ahora más que nunca se quedaron solos, después de que murió el líder de la CTM en el municipio, Jesús Galván Fajardo; la dirigencia estatal que dirige, Emilio de Jesús Ramírez Guerrero, nombró a José René Hernández González; a quien de inmediato le llegaron al precio y abandono las causas de los agremiados por beneficiar su negocio personal, lo que también hace desde su puesto como director de Catastro en el municipio de Ciudad Fernández.
La falta de rumbo y la ambición que envuelve al SASAR alcanzó a los ciudadanos con un pésimo servicio, como era de esperarse; y hoy los más afectados son los habitantes de las colonias, 20 de noviembre; San Marcos; Esperanzas 1,2 y 3; Puente del Carmen y sus colonias, San Luis Rey, San Andrés, Cristiandad y Santa Rosa; además de los Ángeles, la Asunción y las colonias de la periferia como Infonavit Ojo de Agua, Los Naranjos y los Pinos.
Lamentablemente no hay quien ponga orden en el organismo, no hay quien garantice tranquilidad laboral y mucho menos se ve capacidad para resolver los problemas de fondo; así que cada día se suman más colonias a las cifras de desabasto del vital liquido.
