- Sin que su destino sea claro, aunque evidentemente flota el fantasma del despido, los elementos de la extinta Policía Federal que debían descubrir quién es el responsable de un delito y probarlo para llevarlo a juicio, serán sustituidos por soldados entrenados en Sedena
El último grupo de expolicías federales, aquellos dedicados a tareas de investigación, antidrogas y análisis científico, serán echados de la Guardia Nacional y, sin presupuesto ni tareas claras a realizar, serán adscritos a la Secretaría de Seguridad y Protección Ciudadana. No es que la Guardia Nacional, ya completamente militarizada, vaya a dejar de realizar estas funciones o que se vayan a duplicar, sino que la Secretaría de la defensa entrenará 751 de sus soldados para realizarlas. Es incierta la suerte de los 4 mil 526 expolicías federales que serán desincorporados.
Esta decisión fue avalada por el mismísimo presidente Andrés Manuel López Obrador, a propuesta de la Sedena, en el gabinete de seguridad realizado el 6 de octubre.
Este destino para 4 mil 526 policías de investigación y de análisis científico de pruebas fue presentado el pasado 6 de octubre al Presidente Andrés Manuel López Obrador y aprobado por el mandatario. Sedena se ha dedicado desde ese día a circular órdenes a efectos de que esto se cumpla.
Los policías de Investigación, al igual que los Antidrogas, son los que realizan acciones para determinar quién ejecutó acciones delictivas, probarlo y llevarlo a juicio. Estaban integrados a divisiones de la Policía Federal, extinta por AMLO a principios de su sexenio para dar paso a la Guardia Nacional.
La decisión de echar a los expolicías federales en su conjunto es evidente pues, como reportó Crónica, los elementos de la Policía Federal que se dedicaban a combatir al narco en acciones armadas serán enviados al sistema de policías que, bajo pago de servicios, cuidan instalaciones de oficinas, recepciones e incluso estacionamientos. Los policías de caminos, herederos de una institución que duró más de 90 años en servicios, serán sustituidos por soldados adiestrados en vigilancia carretera y, finalmente, los policías de investigación criminalística activa también se van de la Policía Federal.
La propuesta para estos últimos policías no incluye, al menos en la propuesta de la Sedena presentada a AMLO, una solución laboral, ya que sencillamente se les manda a una oficina, dentro de la Secretaría que hoy encabeza Alfonso Durazo (SPySC) en la que no pueden realizar sus tareas.
Los militares, ya plenamente con el poder absoluto en las tareas de seguridad pública, crearán instancias nuevas para estas tareas y traerán a su propio personal. Las antiguas divisiones de Inteligencia, Investigación, Antidrogas y Científica estpan en esta situación (ver segunda imagen que acompaña este texto)