Esteban Espinoza / San Luis Potosí
San Luis Potosí se ha colocado en una de las posiciones más preocupantes del país en cuanto a inseguridad para el sector transportista. Según cifras compartidas por la Alianza Mexicana de Organización de Transportistas A.C. (AMOTAC), la entidad ocupa actualmente el cuarto lugar a nivel nacional en asaltos a camiones de carga, con más de 175 casos reportados tan solo en lo que va del año.
La situación ha encendido las alertas dentro del gremio, ya que los robos —muchos de ellos violentos— no solo generan pérdidas económicas, sino que además ponen en riesgo la integridad física de los operadores. Los tramos más peligrosos han sido claramente identificados: Matehuala-Huizache, el entronque Guadalcázar-Santa María del Río y la zona limítrofe con Guanajuato son focos rojos donde la delincuencia organizada ha intensificado su actividad.
Raúl Torres, representante estatal de AMOTAC, lamentó la inacción de las autoridades de seguridad y señaló que la falta de estrategias efectivas para frenar los delitos ha empujado al sector al borde del colapso. En este contexto, la organización analiza participar en una movilización nacional prevista para junio, con el objetivo de exigir una respuesta contundente ante la creciente violencia en las carreteras.
“El abandono institucional, el alza en los costos operativos y la inseguridad nos tienen asfixiados. Ya no es una queja, es una emergencia”, afirmó Torres.
Entre las cargas más robadas se encuentran acero, alimentos, aparatos electrónicos y mercancía variada, lo que revela no solo el grado de organización de los delincuentes, sino también el impacto que estos delitos tienen en las cadenas de suministro y en la economía regional.
La reunión nacional que celebrará AMOTAC el próximo mes será clave para definir el rumbo de las acciones colectivas. Mientras tanto, los transportistas continúan su labor diaria expuestos a un entorno que, lejos de mejorar, se ha vuelto cada vez más hostil.
