El director del IMSS adelantó que se realizarán inspecciones aleatorias para verificar el cumplimiento de protocolos sanitarios en empresas.
Con la llegada de la nueva normalidad a partir del próximo 1 de junio, las empresas tendrán que reportar ante el IMSS los protocolos sanitarios que se aplicarán en sus instalaciones para reducir el riesgo de contagio de COVID-19; sin embargo, las autoridades laborales y sanitarias realizarán visitas aleatorias y podrán clausurar empresas que incumplan con su declaración.
Durante la conferencia nocturna del sábado, el director del IMSS, Zoe Robledo, explicó que a partir del 1 de junio las empresas que deseen abrir tendrán que registrar en la plataforma del instituto las medidas que se implementarán para prevenir los contagios, bajo protesta de decir la verdad, además de que se tratan medidas obligatorias para las compañías.
“Es bajo protesta, se solicita evidencia de los protocolos o solicitud de acompañamiento; en el acuerdo se establece que la Secretaría del Trabajo y Previsión Social puede llevar a cabo inspecciones también vinculadas a la aplicación de protocolos; y también lo puede hacer la Cofepris; sí puede haber inspecciones aleatorias. Si se declaró tener un elemento del protocolo y no lo tiene se va a proceder a la clausura”, explicó.
Dicha medida aplicará para las tres nuevas actividades esenciales: fabricación de equipo de transporte, minería y construcción; así como para aquellas industrias no esenciales que puedan abrir de acuerdo con el semáforo epidemiológico de las autoridades federales.
El sábado, reiteró el subsecretario de Salud, Hugo López-Gatell, se mantenían 31 entidades en alerta máxima y solo Zacatecas en anaranjado, con riesgo alto, y solo ese caso permitiría el reinicio de actividades no esenciales en condiciones reducidas.
El viernes se publicó en el Diario Oficial de la Federación en la edición vespertina un Acuerdo por el que se establecen los Lineamientos Técnicos Específicos para la Reapertura de las Actividades Económicas, en donde se menciona que las empresas que no hayan realizado las dos últimas semanas de mayo y busquen abrir a partir del 1 de junio, no necesitarán aprobación del IMSS y bastará con que se realice la autoevaluación obligatoria en línea.
Durante la conferencia, Robledo también explicó que se aplicarán protocolos de sana distancia en las empresas, y en caso de no ser posible, se estipulará la instalación de barreras físicas entre los lugares de trabajo en oficinas y plantas de producción. Igualmente llamó a mantener lo más posible el trabajo a distancia.