Ciudad de México, 19 de julio (SinEmbargo).– Desde hace 12 años el zoológico de Londres, con apoyo de la empresa British Gypsum, lucha por la conservación de un pez raro en peligro de extinción que sólo se encuentra en México. La compañía lo provee de yeso, un material generalmente utilizado en el sector de la construcción, pero también la única manera de mantener en equilibrio el mineral del agua necesario para el peculiar “Cachorrito de Media Luna”, reportó el portal Quartz.

Su conservación ha sido particularmente difícil: “solo existe en un estado mexicano, San Luis Potosí, y la mayoría en una sola laguna llamada Media Luna [municipio Río Verde]. El ambiente del pez está siendo amenazado por la agricultura, el turismo y la invasión de otras especias. México no tiene un programa gubernamental de conservación para protegerlo”, expuso el texto.

Mantener vivas a las especies es un negocio complejo. Ser innovador es crucial. Los encargados de la conservación, por ejemplo, se han disfrazado de pandas para enseñarles a los animales cómo sobrevivir en la naturaleza.

En el caso de los peces es “como una receta”, dijo al portal Brian Zimmerman, el curador acuático del zoológico de Londres. “Con los ingredientes correctos –temperatura, agua, dieta, minerales– no es complicado”.

El zoológico crió con éxito otras especies de peces, pero ésta se resistía hasta hace poco.

“Las cáscaras de huevo eran tan suaves que incluso con el cuidado más generoso se aplastaban entre los dedos”, contó Zimmerman. Y los pocos peces que lograban salir del cascarón se malformaron.

Pero su equipo encontró la solución.

La piedra de la Media Luna se compone de piedra caliza, lo cual hace al agua inusualmente dura. El agua de los tanques del zoológico de Londres también es dura, pero no lo suficiente.

“Una intensa inyección de calcio era necesaria”.

Un trozo de yeso del tamaño del puño colocado en los tanques del zoológico proporciona suficiente calcio para que los peces puedan producir huevos sanos. Con dos tanques, el zoológico necesita alrededor de 20-30 kilogramos por año.

Desde 2004, British Gypsum ha dejado al zoológico de Londres llenar una camioneta con yeso cada par de años, cuando los suministros se agotan.

De acuerdo con un reporte del diario Pulso San Luis, algunos vacacionistas se llevan la especie en bolsitas de plástico.