La Unión Europea entra en etapa de confinamiento casi total para luchar contra la extensión del coronavirus. Foto: Reuters.
La Unión Europea (UE) cerrará a partir del martes todas sus fronteras con el exterior durante 30 días debido al avance del nuevo coronavirus, que ha dejado más de siete mil muertos en el mundo, y para frenar su propagación, los líderes del G-7 prometieron este lunes dar una “respuesta contundente” ante la contingencia.
Esfuerzos internacionales
En un momento en que el mundo entero se atrinchera ante la pandemia del coronavirus, el G7 (Alemania, Canadá, Estados Unidos, Francia, Italia, Japón y Reino Unido) prometió coordinar “esfuerzos para retrasar la propagación, incluso mediante medidas adecuadas de gestión de las fronteras”, como en el caso de la Unión Europea.
- La Organización Mundial de la Salud (OMS) pidió a los países que hagan pruebas “en cada caso sospechoso” de coronavirus.
- Dijo que “no se puede apagar un fuego con los ojos vendados”, según palabras del director Tedros Adhanom Ghebreyesus.
- Desde el comienzo de la epidemia se contabilizaron más de 175 mil 530 casos de contagio en 145 países o territorios.
China continental (sin contar Hong Kong y Macao), donde la epidemia estalló a finales de diciembre de 2019, tiene 80 mil 860 personas contagiadas, de las que tres mil 213 murieron. Pero la Unión Europea se ha convertido en el nuevo epicentro del coronavirus, según la OMS, con 61 mil 73 casos, de ellos dos mil 711 muertos.
La explosión del número de casos de coronavirus llevó a la Unión Europea a confinar a poblaciones, cerrar fronteras y decretar cuarentenas. En Italia, el país más afectado en Europa y que superó los dos mil muertos de un total de 27 mil 980 contagios, el Gobierno pidió “coordinación europea” en materia de sanidad y economía.
España cerró sus fronteras terrestres; en Alemania entraron en vigor los controles fronterizos y sus habitantes están llamados a “quedarse en casa” y a renunciar a vacaciones; Suiza decretó el estado de emergencia; Portugal prohibió casi “todas las reuniones públicas y privadas”. El Gobierno británico pidió evitar todo contacto y desplazamiento “no esencial”.