¿Y si la lectura es el antídoto a la maldad?
Por Dámaris Morán
Siempre hemos escuchado y quizá cada vez más, a través de las redes sociales –principal herramienta para ser bombardeados de información tanto negativa como positiva– e incluso a especie de moda, acerca de la importancia de tener el hábito de la lectura, pero la realidad es que cada vez la población está más alejada de esta oportunidad de adquirir conocimiento a través de las letras; según datos oficiales del Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) en nuestro país hay cada vez menos lectores, pues tan solo en los últimos cinco años hubo una reducción de 9.2 por ciento menos. Cabe destacar que el sector femenino registra mayor gusto por la lectura en comparación con los hombres, pero aquí la verdadera interrogante es ¿por qué no existe una cultura realmente apegada a la lectura?
Es bien sabido que la lectura es el punto medular para la adquisición de conocimientos, además de ser un “medio de transporte” para adentrarse al mundo y sí, me refiero a saber de la cultura e incluso las cotidianidades y aventuras de otros seres humanos de todas partes del planeta y me pregunto ¿a quién no le gustaría ser ese aventurero que pueda entender todo lo que nos rodea?
Según el escritor y periodista argentino MempoGiardinelli quien fue galardonado con el Premio Rómulo Gallegos en 1993 en Venezuela, además de diversos premios en otras partes del mundo y quien se ha destacado por presidir una fundación dedicada al fomento de la lectura, es muy enfático en señalar que el ser humano que lee conoce y el que no lo hace, está condenado a la ignorancia; y bajo un pensamiento lógico opina que la lectura da sabiduría y eso provocaría que existan mejores personas, y creo que esta afirmación es muy importante puesto que actualmente pareciera que en el mundo la bondad y el trato a los demás con valores está en peligro de extinción , lo que me hace llegar a pensar que la bondad se ha convertido en un don y no en una elección, pero esa idea fatalista es mía y para nada que quiero que sea reproducida porustedes mis queridos lectores, pero imaginemos por un momento que un pequeño antídoto a la maldad y los problemas del mundo sea la lectura, pues entonces ¿qué estamos esperando? y ¡fomentemos la lectura!, y leamos para curarnos a nosotros mismos y curar a los demás al recomendar aquel libro que tanto nos gustó, el que nos motivó o aquel que nos enseñó.
Pero volviendo a la pregunta principal de por qué hemos perdido o incluso ni siquiera desarrollado el gusto por la lectura, el experto en el tema, MempoGiardinelli, tiene la respuesta, la cual es fácil: cómo vas a querer leer si en nuestra casa cuando éramos niños nunca vimos que nuestro papá o mamá leyera, y si, quizá porque los quehaceres domésticos o laborales lo impedían, para nada que los juzgo, pero es bien sabido que los pequeños imitan lo que ven, entonces con el ejemplo invitemos a nuestros niñosa adentrarse y adquirir este valioso hábito, dediquemos un tiempo en nuestras apretadas agendas de un mundo que nos lleva tan deprisa y leamos, así tal vez el día de mañana tengamos una sociedad mejor educada, más consciente y sobre todo humana.