Esteban Espinoza / SLP
La Secretaría de Salud comunica que las principales causas de defunción por lesiones en población menor de 10 años de edad son: Accidentes de tránsito, ahogamientos, quemaduras, caídas e intoxicaciones, y todo ello se puede evitar con medidas de prevención. La mejor protección para las hijas e hijos son las precauciones que los padres o cuidadores toman, promoviendo un ambiente seguro.
Según información de la Organización Mundial de Salud, un traumatismo es un daño físico que se produce cuando un cuerpo humano se somete bruscamente a algún tipo de energía en cantidades que exceden el umbral de tolerancia fisiológica, o cuando se ve privado de uno o más elementos vitales, como el oxígeno.
Derivado a ello la dependencia emite las siguientes recomendaciones para la prevención de lesiones por accidente de tránsito: Utilizar el cinturón de seguridad y sistemas de contención para niños, uso de casco al andar en bicicleta, patines o patineta; transitar en las vías peatonales (banquetas y/o puentes), y respetar los límites de velocidad y disposiciones contra el consumo de alcohol al volante.
En cuanto a la prevención de caídas en menores de edad se recomienda: colocar barandales en escaleras, terrazas y protecciones en puertas y ventanas; vigilar al jugar en espacios de planta alta y colocar casco, coderas y rodilleras cuando usen patines o bicicleta.
En el tema de ahogamiento y asfixia, los consejos son los siguientes:
• Tapar cisternas, piletas, tinas y cubetas, y acompañar al menor cuando van a jugar en agua.
• Evitar exceso de cobijas, almohadas y peluches en la cuna.
• No dejar cables o cordones al alcance de los menores
• No dejar bolsas de plástico u objetos pequeños al alcance del menor
Las quemaduras se evitan si con anterioridad se:
• Verifica la temperatura del agua antes del baño.
• Se cubren los contactos eléctricos y no se permite que jueguen en la cocina.
• Se evita el uso de cohetes (pirotecnia) cerillos o encendedores.
Las principales recomendaciones para prevenir intoxicaciones son: poner bajo llave y fuera del alcance de los menores de edad y adolescentes productos tóxicos, limpiadores y medicamentos; que siempre se conserven los problemas ductos tóxicos en su empaque original y procurando usar tapas a prueba de niños, como evitar tomar medicinas frente a los pequeños.
